Si eres
corredor te habrás tenido que enfrentar alguna vez a las temibles cuestas. A muchos
atletas le empiezan a aparecer las dudas cuando ven que el terreno empieza a
ponerse cuesta arriba.
Si bien, lo
ideal es que formen parte de tus
entrenamientos, lo cierto es que no siempre pueden ser incluidas en
nuestros planes semanales. Todo va a depender del entorno en el que vivamos.
Hoy no
vamos a entrar en cómo realizar los entrenamientos en cuestas, que será algo
que trataremos en próximas publicaciones, pero vamos a dar una serie de
consejos para afrontar las pendientes de una manera efectiva, reduciendo el
sufrimiento, independientemente de tú nivel de condición física.
A
continuación te mostramos 10 consejos para enfrentarte a las cuestas con
garantías:
1. Mantén la posición
de la cabeza y del tórax alto. Lo común es que nos encojamos y desvirtuemos nuestra
postura, generando así un gasto energético extra.
2. No mires al
suelo. Debes dirigir la mirada directamente delante de ti, esto te permitirá
subir elegantemente.
3. Abre las
manos en vez de apretar los puños, ayudarás a mantener relajado el resto del
cuerpo y no gastarás energía de manera innecesaria.
4. Alinea los
segmentos corporales en la dirección de la pendiente, tirando de las piernas
hacia arriba. Esto ayudará a que te sientas ligero, como si estuvieras
“saltando” la cuesta.
5. Corre los
primeros dos tercios de la pendiente de manera relajada, controlando que no se
acelere mucho el pulso, y después acelera ligeramente. Es bueno dosificar las
fuerzas y no llegar arriba exhausto.
6. Piensa que
la cuesta es más larga que lo que es en realidad, de modo que llegues arriba y
sigas un poco más.
7. Para
mantener el momento de fuerza debemos inclinar ligeramente el tronco hacia
adelante.
8. El
movimiento de los brazos juegan un papel muy importante a la hora de subir,
pues imprimen aceleración. Los brazos deberían formar un ángulo de 90 grados a
nivel del codo y moverse en línea recta hacia atrás y hacia delante, en lugar
de describir un movimiento transversal.
9. Da pasitos
más cortos y corre casi de puntillas, incrementando la cadencia de zancada.
10. A la hora
de bajar los pies deben aterrizar justo debajo del cuerpo para reducir el
impacto sobre el cuerpo. Un braceo más corto ayudará a acortar la zancada.
Esperamos que cuando el terreno se
empine tengas presente estas recomendaciones.
La cuesta arriba enarbola el emblema de las personas luchadoras, guerreros y guerreras y emprendedores en los logros, metas y sueños imposibles.
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