¿Quién no ha vivido alguna vez ese
momento deportivo en el que te sale todo bien? ¿Alguna vez has experimentado la
sensación de que estabas tan inmerso en la actividad que has perdido la noción
del tiempo? ¿Has estado compitiendo llegando al punto de que solo atendías a
eso, y el resto ha pasado a un segundo plano? ¿Has experimentado eso de “se me
ha pasado el tiempo volando”? Si la respuesta es afirmativa, puede que hayas
estado más cerca de saborear el estado de Flow de lo que imaginas.
Cualquier deportista que busque
rendimiento competitivo debe tener como objetivo experimentar este tipo de
estados el mayor número de veces posibles y permanecer el en él el máximo
tiempo.
El Flow es el estado psicológico
óptimo en el cual la persona está completamente inmersa en la actividad que
está ejecutando. Este estado emocional positivo se caracteriza por ser una implicación total en la actividad que estamos realizando, en
la que nada más parece importarnos, manteniendo un grado de concentración absoluto.
Así en este estado, parece que
tengamos el control sobre nuestro destino, sintiendo gran satisfacción, ya que
la experiencia es en sí misma placentera, abarcando mucho más que la mera
diversión, no importando en ese momento, ni las adversidades ni problemas que
sucedan. Todo nuestro ser se encuentra concentrado en la tarea, utilizando y
llevando nuestras destrezas y habilidades hasta el extremo. En el estado de Flow, nos encontramos haciendo lo que realmente queremos, siendo éste un
sentimiento espontáneo de poco esfuerzo.
Cuando entras en Flow tienes unas
percepciones de metas y retos claros, percibiendo capacidades y habilidades
ajustadas para la acción. La experiencia se caracteriza por la fusión entre
conocimientos y acción, concentración y alto sentido de control, y finalmente existe
una pérdida de conciencia de sí mismo y distorsión temporal.
El individuo se siente con
confianza en sus habilidades y conocimientos para hacer frente a la situación.
Se vive un estado de concentración intensa focalizándola hacia la actividad específica
que está realizando en ese momento. Además, la motivación del deportista es
intrínseca, esto es que realiza la práctica por mero placer, sin esperar nada a
cambio.
El estado de flow es una variable
entrenable dentro de los entornos de metas de logro. Esto se consigue haciendo
de cada actividad o tarea un juego, concentrándose en la actividad, buscando el
éxtasis, fijándose en una meta, buscando al realizar la actividad la máxima eficacia
y no el máximo esfuerzo, no persiguiendo el éxito, no rindiéndose en las
actividades cotidianas, y sobre todo no basándose en ganar sino en mejorar.
Seguramente la clave se encuentre
en hacer aquello que queremos de la
mejor manera posible y hasta donde nuestras capacidades nos indiquen.