Cada vez que alguien tiene alguna dolencia en su espalda se le suele recomendar que se apunte a la piscina a nadar. Esto es una buena recomendación puesto que se trata de la actividad más completa, pero se obtendrán beneficios siempre que se reciba asesoramiento profesional acorde al problema que se sufra.
Por ejemplo, una persona que le hayan diagnosticado hiperlordosis (pronunciación excesiva de la curvatura lumbar) y vaya a la piscina a nadar a braza puede empeorar su situación.
Ejercitarse en el medio acuático tiene muchos beneficios pues las estructuras articulares no soportan la fuerza de la gravedad.
Desde ESENCIA recomendamos que antes de tirarse a la piscina consulte a un experto en la materia que le programe una práctica a su medida.
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